domingo, 21 de octubre de 2012

Mentiras que salvan

[Crítica de Argo (2012)]

Por Juan Pablo Pugliese



No es novedad que Ben Affleck es un gran director. Lo demostró en Desapareció una noche (Gone Baby Gone, 2007) con el protagónico de su hermano y con Atracción Peligrosa (The Town, 2012) en la que también le puso el pecho a las balas.

Aquella cara inmutable que aparecía en Pearl Harbor (2001), devino en un director con todas las letras. Clint Eastwood también lo hizo, así que no sorprende que, de vez en cuando, esto suceda en Hollywood.

En Argo interpreta al agente de la CIA Tony Mendez que deberá “extraer” de la embajada de Canadá a seis estadounidenses que escaparon de su propia embajada en Teherán luego de que los revolucionarios iraníes la invadieran reclamando la extradición de su antiguo líder que se encuentra asilado en Estados Unidos. 

A Mendez se le ocurre una idea tan descabellada que podría funcionar: ir a Irán como un productor de Hollywood buscando locaciones para una nueva película de ciencia ficción al estilo de La guerra de las galaxias y salir con los rehenes como si formaran parte del equipo de filmación.

De esta manera se pondrá en contacto con los personajes de Alan Arkin y John  Goodman que llenan de magia cada fotograma. El primero como productor y el segundo como maquillador, resultan cien por ciento creíbles y cada chiste que van tirando al pasar sobre la industria no tiene desperdicio. 

Otro que sobresale es Bryan Cranston. Ya sea como un profesor de química devenido en narco en Breaking Bad o como un mecánico con pocas luces en Drive (2011), se destaca siempre y los pocos minutos que está en pantalla hacen la diferencia.

Argo tiene además varios puntos en común con Munich (2005) de Steven Spielberg. Las dos fueron basadas en hechos reales y aunque como espectadores sabemos cómo terminan los sucesos que relatan, nos mantendrán al borde de la butaca hasta que la pantalla se funda en negro y aparezcan los créditos. 

Y ahí es donde Affleck despliega toda su habilidad como realizador. Descomprimiendo de a ratos con la preparación de la producción en Hollywood o los preparativos de la CIA y crispando los nervios en las escenas del aeropuerto que no tuvieron lugar en la realidad pero que le sirven para mantener en vilo al espectador hasta el final. 

Una de las claves de que Argo sea una obra maestra es que además de contar con Ben Affleck en la silla del director, Rodrigo Prieto se halla encargado de la fotografía. El mexicano logró que la película se viera como una producción de los setenta y las imágenes tomadas de archivo con las recreaciones de Affleck la dotaron de un realismo único. 

La música de Alexander Desplat no viene sino a ponerle un broche de oro a este nuevo clásico del cine. Los momentos de tensión se agudizan con los acordes que compuso el francés que ya hizo de las suyas en el cierre de la saga de Harry Potter

En síntesis, Argo es una gran película que, si bien está basada en hechos reales, el director se permite mentirle un poco al espectador y agregarle algo de ficción para imprimirle ritmo al relato. Y en este caso, el fin justifica los medios. 
  

5/5
SI


Ficha técnica:

Dirección: Ben Affleck
Guión: Chris Terrio
Estreno (Argentina): 18 de octubre de 2012.
Género: Drama, thriller
Origen: Estados Unidos
Duración: 119 minutos
Distribuidora: Warner
Reparto: Ben Affleck, Bryan Cranston, John Goodman, Alan Arkin
Web: http://argothemovie.warnerbros.com/



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