Por Anxie Brennan
A mi parecer, el cine europeo siempre tiene un as escondido en la manga; y el irlandés en particular es dueño de una visión peculiar de la sociedad actual, riéndose bastante de sí mismo. Quizá porque Irlanda se parece más o menos a otros países, o simplemente por el hecho de que tiene otro tipo de relato cinematográfico que conforma la gran esfera del cine "a la europea"; ese más lento, a veces tedioso pero tan crudo que puede dejar un sabor amargo.