viernes, 30 de noviembre de 2012

Relato sobre la tercera edad*

[Crítica de Las chicas de la banda (Meisjes, 2009)]


Pequeñas obras maestras del cine europeo si las hay. Un poco de drama y otro poco de comedia, así es Las chicas de la banda (Meisjes, 2009) de Geoffrey Enthoven, que no precisamente se centra en la historia de un grupo musical conformado por mujeres, sino que va construyendo la historia de los vínculos familiares y pérdida de los seres queridos, con evidentes reminiscencias a El Hijo de la Novia (2001) de Juan José Campanella.

Este es el relato de Claire (Marilou Mermans), una mujer (ya no digamos “anciana”), de 70 años que tras perder a su marido en un accidente de auto tiene más ganas de vivir que cualquier persona que atraviesa por la misma situación. Esa pérdida la lleva a querer revivir los momentos más agradables de su vida, que son remontar la tan querida banda de rock que formaba con sus amigas y así, de paso, “amigarse” con su hijo menor.

No es casual que Meisjes signifique “niñas” y que el director haya escogido ese nombre para darle vida a las mayores instigadoras del quiebre en la película y a la reivindicación de la juventud ya no física, sino mental y espiritual que lleva a estas mujeres a querer revivir aquella banda tan mítica para ellas y, por sobre todas las cosas, volver a esa época dorada que fue la adolescencia.

Cuando el agobio y la intranquilidad de toda la cuestión se adueñan de Claire, aparece Sid (Jan Van Looveren) su incomprendido hijo músico y disc-jockey con quien casi no se habla ni se ve pero que resulta ser el compañero ideal para volver a revivir el espíritu de las jóvenes rockeras de antaño.

Sin embargo, no todo vuelve a ser felicidad para esta mujer. Al mejor estilo El Hijo de la Novia, Enthoven decide introducir elementos lacrimógenos al film que le imprimen algunas reflexiones sobre la vejez, la involución de la salud y la lamentable pérdida de la lucidez.

Una buena banda sonora acompaña las sobresalientes actuaciones e incrementa cada vez más el interés por parte del espectador. Un film correcto, emotivo en los momentos justos y con toques de comedia en las escenas que lo amerita. Un buen relato sobre la tercera edad, un impecable trabajo de guión y un cierre colosal.


3/5
SI


Ficha técnica:

Título Original: Meisjes
Dirección: Geoffrey Enthoven
Guión: Jean-Claude Van Rijckeghem, Chris Craps
Género: Comedia, Drama
Origen: Bélgica
Duración: 93 minutos
Clasificación: AM13
Distribuidora: Mirada Distribution
Reparto: Bárbara Sarafian, Greg Timmermans, Robrecht Vanden Thoren, Lucas Van den Eynde, Jurgen Delnaet, Jan Van Looveren, Marilou Mermans, François Beukelaers, Lea Couzin, Isabel Leybaert, Michel Israel, Leo Achten, Stefan Declerck


*Crítica escrita para EscribiendoCine

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Demasiado elemental

[Review de Sherlock Holmes: Juego de sombras (Sherlock Holmes: A Game of Shadows, 2011)


Por Juan Pablo Pugliese


Ayer se cumplieron 125 años de la primera aparición de la novela Estudio en Escarlata de Arthur Conan Doyle. Aquel noviembre de 1887 marcaría el nacimiento del detective alto, flaco, ingenioso, boxeador y fumador de tabaco (y algo más) que protagonizaría junto a su inseparable amigo el Dr. John Watson 4 novelas y 56 relatos.

Las aventuras del detective han sido llevadas al cine 254 veces. Tal vez este número lo convierta en el personaje de literatura más reversionado en el celuloide y en las primeras dos décadas del siglo XXI. En la recientemente estrenada serie Elementary se presenta a un Sherlock Holmes que vive en la New York actual y se encuentra en franca recuperación de su adicción a las drogas, y a un Watson que será su acompañante terapéutico. El detalle de esta producción es que es la primera vez en la que Watson es representado por una mujer. 

Pero tal vez el mayor acierto en cuanto al personaje se refiere ha sido el de la BBC. La serie Sherlock sitúa al detective en la actualidad y resuelve sus casos valiéndose de su computadora y su Iphone. Sus dos primeras temporadas fueron un éxito y el año próximo llegará una tercera que encuentra a Holmes en su momento más difícil. 

Este renacer del personaje no podía pasar por alto para Hollywood y fue así que en 2009 llegó la primera película dirigida por Guy Ritchie y protagonizada por Robert Downey Jr. y Jude Law. Y si esta fue una versión bastante aceptable y con interpretaciones que estuvieron a la altura de semejantes creaciones literarias, la segunda parte cayó en una repetición en cuanto a lo visual. 

En Sherlock Holmes: Juego de sombras el famoso detective se enfrentará al malvado profesor James Moriarty. Acompañado de Watson y de su hermano mayor Mycroft, Holmes viajará a través de Europa para atrapar al temido profesor y evitar una guerra mundial.

Guy Ritchie repite todos los  recursos que explotó en la primera parte. Con una estética de videoclip, exceso del uso de la cámara lenta, de los planos detalle y de la “toma registrada”, en la que Holmes predice como va a desarrollarse una pelea, pierde originalidad y sólo se justifica en una de las últimas secuencias de la película, decisiva para la suerte del detective y de su archi enemigo. 

Y si la elección de los actores fue un acierto, es en esta secuela que se encuentran mal aprovechados. Robert Downey Jr. presenta a un Holmes cada vez más desbocado cuya única misión en la vida es molestar a un Watson que tiene como único remedio soportar una y otra vez las peripecias de su compañero. 

Jared Harris compone a un digno James Moriarty que está a la altura de las circunstancias y Stephen Fry a Mycroft, el hermano de Holmes que trabaja para el gobierno británico y que queda relegado a un muy segundo plano pero que en cada una de sus apariciones saca a relucir lo mejor del humor inglés. Además cuenta nuevamente con la participación de Rachel McAdams como Irene Adler y Noomi Rapace (la protagonista de la saga sueca Millenium) como una gitana que ayudará al dúo protagónico. 

Con tercera parte en estado de pre producción, Sherlock Holmes: Juego de sombras tiene buenas secuencias de acción que funcionan pero Guy Ritchie cae en la repetición y es ahí donde esta secuela tambalea. Sólo falta esperar  y anhelar que una continuación ponga al detective de Baker Street nuevamente en donde se merece y que toda su atención se dirija hacia los casos que debe resolver y no en las incesantes peleas con su fiel amigo John Watson. 


Ficha técnica:

Título original: Sherlock Holmes: A Game of Shadows
Dirección: Guy Ritchie
Guión: Kieran Mulroney & Michele Mulroney.
Estreno (Argentina): 12 de Enero de 2012.
Género: Acción, Aventuras.
Origen: Estados Unidos.
Año de estreno: 2001
Duración: 128 minutos
Distribuidora: Warner Bros.
Reparto: Robert Downey Jr., Jude Law, Noomi Rapace, Rachel McAdams, Stephen Fry, Jared Harris, Kelly Reilly.
Web: http://sherlockholmes2.warnerbros.com/

miércoles, 21 de noviembre de 2012

El cine como terapia

[Review de Waltz with Bashir (2008)]


Por Juan Pablo Pugliese


Ganadora del Globo de Oro a la mejor película de lengua no inglesa en 2008 y nominada en la misma categoría para los Oscar, el film dirigido, escrito y protagonizado por el creador de En terapia (adaptada por HBO y la Televisión Pública), Waltz with Bashir fue el primer documental animado en la historia del cine.

En 1982 ocurrió una terrible matanza en Sabra y Chatila en la que miles de refugiados palestinos fueron masacrados a manos de falangistas cristianos libaneses bajo la atenta vigilancia de la milicia israelí sobre los campos de refugiados invadidos. 

El director israelí Ari Folman cumplía el servicio militar en el ejército en ese momento. Veinte años después descubre que su cerebro ha bloqueado todos sus recuerdos sobre la tragedia y emprende un viaje para reconstruir el rompecabezas y poner al descubierto el papel de las fuerzas armadas de su país en lo que sucedió.  

De esta manera, desfilarán compañeros, periodistas y testigos y compartirán sus historias para que Folman pueda rearmar sus recuerdos y revivir aquellos días que cambiarían su vida para siempre pero que se mantuvieron enterrados en lo más profundo de su inconsciente. El director no entiende cómo pudo haber olvidado su entrada al campo de refugiados en los que tuvo lugar la masacre. 

Como toda película israelí, fue prohibida en los países árabes y en su país de origen no tuvo demasiado éxito. La crítica especializada se mantuvo dividida y para algunos fue considerada una obra de arte imprescindible. Otros la tomaron como un intento de limpiar la imagen de Israel y por el contrario, hubo otros que la recibieron como crítica de los valores del pueblo judío. 

El documental transita dos caminos bien diferenciados. El primero es el relato de los sueños y de las alucinaciones que se recrean con un alto grado de veracidad pero con una paleta de colores surrealista. Por otro lado, a medida que Folman realiza ese viaje de autoconocimiento, los recuerdos irán apareciendo y podrá reconstruir los lugares en los que estuvo. 

Al tratarse de una animación, el director imprimió un estilo de cómic que a veces transita por la imaginación y lo onírico pero cuando narra hechos que sucedieron en el Líbano los dota de una realidad inigualable. 
Folman decide finalizar el documental con imágenes reales de la masacre y sacar, de esta manera, al espectador de aquellas secuencias animadas en las que se ve inmerso para decirle que lo que sucede delante de sus ojos tuvo lugar en el mundo real.

Asimismo, la música estuvo a cargo del compositor alemán Max Richter. Con una mezcla de sonidos clásicos y electrónicos logra acentuar el drama y resaltar aquellas escenas de acción que van tomando forma a lo largo del metraje. Además de la música compuesta por Richter, aparecen algunos clásicos de los ochenta como Enola Gay del grupo inglés OMD, entre otras. 

En síntesis Waltz with Bashir es un excelente documental de animación que trata sobre la memoria y el lugar que ocupan los recuerdos en nuestra vida. Esa memoria como algo dinámico que va cambiando con el correr de los años y que a veces nos juega una mala pasada.


Ficha técnica:

Título Original: Waltz With Bashir
Dirección: Ari Folman
Guión: Ari Folman
Género: Documental.
Origen: Francia, Estados Unidos, Alemania, Suiza, Israel, Finlandia, Australia, Bélgica.
Año de estreno: 2008
Duración: 90 minutos
Reparto: Ari Folman, Ron Ben-Yishai and Ronny Dayag.
Web: http://waltzwithbashir.com/

martes, 20 de noviembre de 2012

Hijos de una buena madre

[Crítica de Locos por los votos (The  Campaign, 2012)]


Hacía ya tiempo que no se parodiaba a la política de esta manera y qué mejor para los tiempos que corren que reírse un poco de las absurdas decisiones que a veces toman los funcionarios en ejercicio del poder. Locos por los votos (The  Campaign, 2012) de Jay Roach lo logra recurriendo a clásicos de la comedia americana como Will Farrell (Elf, Megamente) y nuevas estrellas en ascenso como Zach Galifianakis (¿Qué pasó ayer?, Todo un parto).

Todo parecía ir tranquilo para el candidato Cam Brady (Farrell). Las encuestas eran sobresalientes y no había ningún opositor que le hiciera frente, por lo que su llegada al poder sería más fácil de lo que imaginó. En este contexto aparece Marty Huggins (Galifianakis) que con su apellido de marca de pañal y su perfil ingenuo, representa la antítesis graciosa de un típico funcionario codicioso. ¿Resultará ser un buen oponente para el obsesivo Brady?.

En medio de esta maraña de idas y vueltas, cada candidato deberá mostrar lo mejor que tiene. Y eso se convertirá en la mezcla perfecta de humor absurdo que se aleja bastante de lo berreta y muy cerca de convertirse en la película cómica del momento. 

Aun en cartel en algunas salas, Locos por los votos ofrece además un claro mensaje sobre la política actual de manera universal porque no se centra únicamente en lo que pasa en los Estados Unidos. Lo que sí, esta trama descontracturada por momentos resulta incómoda en algunas escenas y tiene un descenlace poco real. 

A pesar de esto, Farrell y Galifianakis se calzan el traje de “hijos de buena madre” y lo hacen muy bien, ofreciendo actuaciones como siempre sólidas y convirtiéndose en dos de los principales cómicos de la actualidad. 

No esperen ver una gran obra maestra con mensaje profundo, pero se destacan los momentos en que se habla de los ideales, la ética y la importancia de la buena educación para los hijos aunque sea de modo un poco superficial. 

Divertida, con momentos cumbres para reírse a carcajadas, con elenco sólido y un bien ritmo. 


3/5
SI


Ficha técnica:

Título Original: The Campaign
Dirección: Jay Roach
Guión: Chris Henchy, Shawn Harwell
Estreno (Argentina): 1 Noviembre 2012
Género: Comedia
Origen:  Estados Unidos
Duración: 83 minutos
Clasificación: AM13
Distribuidora: Warner
Reparto:  Will Ferrell, Zach Galifianakis, Jason Sudeikis, Sarah Baker, Dylan McDermott, Katherine LaNasa, Brian Cox, John Lithgow, Dan Aykroyd, Scott A. Martin, Thomas Middleditch

miércoles, 14 de noviembre de 2012

El que ríe último…

[Crítica de Hazme reir (Funny People, 2009)]

Por Juan Pablo Pugliese



Luego de Virgen a los 40 (The 40 Year Old Virgen, 2005) y Ligeramente embarazada (Knocked Up, 2007), Judd Appatow dirigió, produjo y escribió esta comedia dramática que muestra a Adam Sandler en un rol diferente de los que hizo a lo largo de su carrera.

En esta película Sandler encarna al humorista George Simmons, un tipo que proviene del stand up y triunfó en Hollywood con comedias vacías pero con éxito de taquilla. Es un solitario que luego de engañar a la que él cree su alma gemela siguió con un estilo de vida similar al de Hugh Heffner.

Su mundo se estremece cuando se entera de que tiene una rara enfermedad en la sangre y que, a pesar del tratamiento recomendado por su médico, no tiene muchas esperanzas de sobrevivir.

Golpeado por la noticia, decide volver a sus orígenes. De regreso en el lugar que lo vio nacer como humorista, asiste al monólogo de Ira (Seth Rogen) y luego de ver su rutina decide contratarlo como escriba de sus chistes y asesor personal. 

Cuando le comunican que el tratamiento fue efectivo y no quedan rastros de su enfermedad, decide ponerse en campaña para recuperar a su familia y al amor de su juventud.

Sin dudas estamos frente al mejor papel de Adam Sandler. Y no porque actúe bien sino porque pareciera que hace de él mismo a lo largo de todo el metraje. Sus caras de nada lo ayudan para que el director plasme su angustia y sus problemas existenciales. 

Además, los personajes secundarios suman a esta comedia que dura dos horas y media. Seth Rogen como el aspirante a comediante, sus compañeros de departamento interpretados por Jonah Hill y Jason Schartzman, Leslie Mann (esposa de Appatow) como aquel amor de su pasado y un Eric Bana que demuestra que la comedia le sienta bien. 

Y, como si esto fuera poco, hay un desfile incesante de comediantes como Ray Romano y cantantes como Eminem y James Taylor. Y ya que hablamos sobre cantantes, no podemos dejar de resaltar la fantástica banda de sonido, que incluye “Photograph” de Ringo Starr, “Another day” de Paul McCartney, “All the King Horses” de Robert Plant y una versión acústica de “Watching the Wheels” de John Lennon, que acompaña el final de la película. 

Volviendo al director, Appatow sigue en el camino de la comedia dramática que inauguró con Virgen a los 40 y que, si bien tiene sus momentos cómicos, permite a los protagonistas masculinos explotar su costado más dramático. El único fallo de la cinta es la duración. Sus 146 minutos la hacen, por momentos, un poco larga y da la sensación de que con media hora menos se hubiera logrado un ritmo mucho más ágil.  

En síntesis, Hazme reír se disfruta y genera la impresión de que con el tiempo se le va a dar la importancia que tal vez no tuvo en el momento de su estreno. 


Ficha técnica:

Título Original: Funny People
Dirección: Judo Apatow
Guión: Judo Apatow
Estreno directo a DVD (Argentina): 24 de Septiembre de 2009.
Género: Comedia.
Origen: Estados Unidos.
Duración: 146 minutos
Distribuidora: UIP.
Reparto: Adam Sandler, Seth Rogen, Leslie Mann, Eric Bana, Jonah Hill, Jason Schwartzman.
Web: http://www.universalstudiosentertainment.com/funny-people/

martes, 13 de noviembre de 2012

Buscando historias para contar

[Crítica de Amor a Mares (2012)]



¿Qué pasa cuando uno sube a un crucero?, ¿cuántas cosas se experimentan en ese universo paralelo, donde la comodidad y el lujo son todo y donde el anonimato está a la orden del día?. Amor a Mares (2012) de Ezequiel Crupnicoff es una película de esas en las que puede pasar cualquier cosa y donde todo se conecta con todo sin que sus protagonistas sean concientes de ello.

En este contexto aparece Javier Fink (Luciano Castro), un escritor que alguna vez fue exitoso, pero que ahora atraviesa una profunda depresión por amor que ahoga con el alcohol. Necesita concentrarse en su próxima novela pero resulta que no está inspirado. Andrés (Miguel Ángel Rodríguez), su histriónico agente literario, lo embarca en un transatlántico para que cambie de aire y comience a escribir la novela que lo llevará al éxito y a saldar sus deudas monetarias. 

A pesar de ser un galán de telenovelas con un cuerpo tatuado y escultural, Luciano Castro sabe cómo ponerse en la piel de un escritor frustrado. Ni siquiera se le ve un tobillo, se dejó crecer la barba, usa lentes y es tímido; la antítesis de su personaje actual en Sos mi hombre (Canal Trece).

El film comienza de forma dinámica y está lleno de música y color, con atractivas animaciones que ya anticipan lo que se verá en esta historia. Una película que no decae en su ritmo y que es tan vertiginosa que resulta imposible aburrirse. 

Esta es una comedia romántica que parecería inspirada en las alocadas películas norteamericanas de los años ’70, donde todo se conecta con todo, donde el suspenso se convierte en humor y sátira, y donde los personajes tienen diálogos frescos y están inmersos en una maraña de situaciones impredecibles que ellos mismos desconocen.

A pesar de toda frescura, hay cosas que le juegan en contra a Amor a Mares. En  primer lugar, el trabajo con el sonido en la combinación del diálogo con la música en las escenas románticas de Javier y Julieta (Paula Morales): canciones a volúmenes descomunales y conversaciones susurradas. Por otro lado, la banda sonora está presente todo el tiempo, lo que no propicia que el espectador llegue a concentrarse en lo que está viendo y que los silencios justos, propios y necesarios en determinadas situaciones no existan, hecho que les resta realismo.

Por todo lo demás, el relato transcurre fluidamente con sus momentos de tranquilidad y sus instantes descontracturantes, sumado a la cuota de humor que llevan en la sangre Gabriel “El Puma” Goity y Miguel Ángel Rodríguez, que se “roban” la película.

Una comedia con sorpresas que deja algunos cabos sueltos en el relato, pero con buen ritmo, actuaciones convincentes y, como reza su slogan, “una historia encubierta” que se resuelve bien. Una película para distraerse y pasarla bien. 


3/5
SI


Ficha técnica:

Dirección: Ezequiel Crupnicoff
Guión: Nicolás Lidijover
Estreno (Argentina): 15 Noviembre 2012
Género: Comedia
Origen: Argentina
Distribuidora: Primer Plano
Reparto: Luciano Castro, Paula Morales, Gabriel Goity, Miguel Ángel Rodriguez, Pompeyo Audivert, Nacho Gadano, Luisa Kuliok, Germán Krauss, Agustina Córdova
Web:  http://www.amoramares.com/

Nota al director

viernes, 9 de noviembre de 2012

El acto de donar*

[Crítica de Otro corazón (2012)]


En esta vida para todo hay que esperar, hasta para lo más urgente. Esta es la premisa sobre la que se basa Otro corazón (2012), de Tomás Sánchez; un relato en primera persona que concientiza al espectador sobre la importancia de donar órganos y la espera desesperada por conseguir uno. Una sufrida historia con drama, amor y un poco de humor.

Leo (Mariano Torre) está a punto de verse realizado con el sueño de cualquier persona de su edad: ser padre. Pero este idilio se ve empañado por el delicado estado de salud de su padre (Carlos Moreno), quien espera con suma urgencia un trasplante de corazón. Esto provoca que Leo se distancie cada vez más de su paternidad y de su esposa María (Elena Roger) y que todo se vuelva muy cuesta arriba cuando también tenga que ocuparse de la empresa de su progenitor.

Con el apoyo del INCUCAI y de la Fundación Favaloro, Sánchez decidió tocar un tema delicado para muchos y poner el foco en la emoción profunda. A pesar de que quien la vea no haya pasado por una situación similar, nadie puede sentirse alejado de la cuestión con este film que, en su totalidad, es un gran golpe bajo.

Aunque Mariano Torre es el responsable de sumir al espectador en su vorágine y de representar la crisis en una pareja en tono de incomprensión, Elena Roger es quien posee toda la carga emotiva acentuada por las canciones que interpreta con su voz casi celestial. También es destacable el papel de Fabián Gianola en su rol de médico irónico y como la antítesis de su hermano Leo: por sobre su histeria, está su tranquilidad clásica de doctor que lo baja a la tierra en varias escenas que no tienen desperdicio.   

Por su parte Lito Cruz, Betiana Blum y Beatriz Spelzini son aquellos actores que siempre pueden aportan un respiro satírico a las situaciones, y en este caso eso también lo consiguen y así convierten la trama en un relato más digerible. Descoloca un poco el pequeño papel que le fue dado a Patricia Sosa que le adiciona color al relato, aunque en ocasiones se torna un tanto repetitivo en el proceso.

Igualmente, hay que admitir que en rasgos generales el film tiene lo suyo para enfrentarse en cartel con otras películas nacionales del momento aunque a veces parecería que le falta fuerza. No esperen encontrar una gran historia, pero sí una conjunción de buenas actuaciones, destacando a Roger, Moreno y Gianola en un relato que conserva la coherencia, con un gran mensaje por encima de todo.


3/5
SI


Ficha técnica:

Dirección: Tomás Sánchez
Guión: Tomás Sánchez
Género: Drama
Origen: Argentina
Clasificación: ATP
Distribuidora: Independiente
Reparto: Fabián Gianola, Elena Roger, Mariano Torre, Lito Cruz, Betiana Blum, Pepe Novoa, Beatriz Spelzini, Patricia Sosa, Adriana Aizemberg, Carlos Moreno

Nota al director

*Crítica escrita para EscribiendoCine

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Una historia violenta

[Review de Drive (2012)]

Por Juan Pablo Pugliese


Drive (2012) es una obra maestra por donde se la mire. Además de estar dirigida de forma impecable, cuenta con una fotografía excepcional, actuaciones excelentes y una banda de sonido que subraya cada secuencia del film a la perfección.

Ryan Gosling es el “conductor”, un hombre hábil que durante el día trabaja como piloto para producciones de Hollywood y durante la noche presta sus servicios a delincuentes que luego de robar necesitan huir del lugar sin dejar ningún rastro. Los problemas comenzarán cuando este solitario se involucre con su vecina y su pequeño hijo.

No es de extrañar que Nicolas Winding Refn  haya ganado el premio a mejor director en la edición de Cannes del año pasado. El realizador danés homenajea a películas de los años setenta y ochenta y deja su impronta en escenas crudas y violentas pero no exentas de una belleza visual única.

De esta manera, encontraremos muchas influencias que van desde el western de Sam Peckimpah, el cine negro, Bullit (1968) de Peter Yates, The Driver (1978) de Walter Hill, Contacto en Francia (1971) y Vivir y Morir en Los Ángeles (1985) de William Friedkin; y hasta Taxi Driver (1976) de Martin Scorsese.

Por lo tanto, Ryan Gosling compone un personaje de otra época. Un anti héroe de pocas palabras que no demuestra casi ninguna emoción hasta que explota y se convierte en una máquina de matar.

Drive es un cuento de caballeros y princesas. La indefensa vecina interpretada por Carey Mulligan necesita ayuda y el conductor hará todo lo posible para rescatarla de aquellos que quieran lastimarla a ella o a su hijo. En el fondo estamos frente a una historia de amor entre dos personas que viven en peligro y que saben que estando juntos nunca podrán estar tranquilos.

Y como en todo cuento en el que hay héroes, aquí también hay villanos. El comediante Albert Brooks da vida a un mafioso que no se detendrá hasta conseguir lo que quiere y acabará con cualquiera que se cruce en su camino. Por otro lado, Ron Perlman es su socio que, aunque con muy pocas luces, es tan temible como el primero.

Párrafo aparte merece Bryan Cranston. Aquel tipo que se hizo conocido por estas latitudes por su participación en la serie Malcom y se consagró en Breaking Bad como un profesor de química devenido en capo de la droga, compone aquí a un mecánico algo maltrecho que consigue los trabajos para “el conductor”, legales o ilegales.

Volviendo al trabajo del director responsable de la trilogía Pusher, Bronco y Valhalla Rising, da rienda suelta a su talento para crear una atmósfera típica del cine de otro tiempo. Mezcla de gore y clase B, ofrece planos equilibrados y secuencias ralentizadas que aumentan la tensión y auguran un desenlace fatal.

La fotografía a cargo de Newton Thomas Sigel es sobresaliente. Alterna escenas cargadas de luz y otras con sombras y muy oscuras que ponen en evidencia que estamos frente a una historia de amor, pero que tiene un lado violento y visceral.

La banda de sonido escrita por Cliff Martinez funciona como acompañamiento y, a la vez, como contrapunto. Tanto en los créditos iniciales como en las escenas que comparte con Carey Mulligan es un subrayado de la situación pero en las escenas de acción otorga una oposición que no hace otra cosa que resaltar la violencia mostrada.

En síntesis, Drive es una obra magnífica que tiene como destino inexorable convertirse en clásico y  referencia para futuros realizadores.


5/5
SI


Ficha técnica:

Dirección: Nicolas Winding Refn
Guión: Hossein Amini
Estreno (Argentina): 1 de Marzo de 2012.
Género: Acción, Drama.
Origen: Estados Unidos.
Duración: 100 minutos
Distribuidora: Energía.
Reparto: Ryan Gosling, Carey Mulligan, Bryan Cranston, Albert Brooks, Ron Perlman, Christina Hendricks.
Web: http://www.drive-movie.com/

sábado, 3 de noviembre de 2012

Juguemos en el bosque...

[Crítica de El bosque de los sometidos (2012)]



Por su afiche y la enorme prensa que tuvo, se esperaba más de El bosque de los sometidos, la ópera prima de Nicolás Amelio Ortiz. 

Yendo por partes, en el póster (disponible en internet desde hace un tiempo) se puede entrever en la oscuridad una criatura humanoide, pálida y con los ojos blancos, como si fuera un no vidente. Interesante puesta y diseño para una buena película de terror y suspenso.

Pasando a la gran promoción que tuvo el film, también se podía poner buena parte de nuestras expectativas en encontrarnos con algo realmente magnífico. El bosque de los sometidos se proyectó en diferentes espacios culturales y festivales de la ciudad trazando un interesante itinerario en los barrios porteños hasta llegar a competir oficialmente en el 13 Buenos Aires Rojos Sangre (BARS), famoso certamen de cine de terror, fantástico y bizarro que acaba de finalizar.

Con esto la película ya se perfiló desde el comienzo para estar en la cima de las producciones argentinas de horror y consagrarse como una rareza nacional del cine independiente que se ganó su buen público.

Todo se desvanece cuando pasa a la pantalla grande y ante nuestros ojos desfilan las malas y forzadas actuaciones, la falta de suspenso, el uso indiscriminado del zoom (un recurso casi prohibido para muchos de los grandes realizadores) y el pésimo trabajo con el audio hablado, que intenta erróneamente empatarse con la imagen y no lo consigue.

La trama hace un merecido honor al cine de terror de clase B de los años '70. Un grupo de jóvenes se dirige en su furgón a una carrera de automóviles en las afueras de la ciudad. Son cuatro, como no podía ser de otra manera, una pareja estable y dos que apenas se conocen y que parecería que van a tener algo en cualquier momento. Recorren la ruta día y noche filmando todo con su cámara casera y parando en diferentes puntos para comer y dormir. En el transcurso de la película nos topamos con las visiones de Claudia (Olivia Tykocki) que no se sabe nunca de dónde salen. Hasta ahí todo es pasable y hasta se le perdonan las malas actuaciones.

Luego, cuando llegan a las misteriosas ruinas de un castillo abandonado todo se pone mejor. Los hechos va transcurriendo lentamente aunque parece divertido al principio. No vale la pena spoilear nada pero estos jóvenes se las verán negras en una suerte de nueva versión de Hostel (2005), luego de una hora y media de cinta sin que pase absolutamente nada.

Y refiriéndonos a otras películas, esta también tiene reminiscencias a Proyecto Blairwitch (The Blair Witch Project, 1999) o (como sostuvo un presente en la sala) La masacre de Texas (The Texas Chain Saw Massacre, 1974), declaración que retumbó en mis oídos como un disparate. 

Lo meritorio de este film es el trabajo de maquillaje y caracterización de las criaturas, la puesta en escena en exteriores con luces de colores que parpadeaban y le otorgaban misterio a los ambientes nocturnos, el ir a contraposición de todas las producciones de terror de clase B en las que la más linda muere primero y una trama atractiva con final abierto. Esto último era un buen comienzo para explotar la historia y llevar al extremo sus potencialidades; para desarrollar más los personajes y elaborar mejor los diálogos, que son acartonados y poco creíbles.

Una historia que empieza bien y promete pero luego decae y como resultado vemos una increíble  locación como es un castillo en el medio de la nada en Chascomús, que no se aprovechó de la mejor manera, con escenas faltas de elementos que hubieran funcionado bien y más pasto, pasto y pasto que otra cosa.

En resumen, la película nos deja con gusto a poco, con sensación de vacío, nos deja intoxicados de zoom e insectos, con las ansias de conocer más y las ganas de lo que podría haber sido y no fue. El bosque de los sometidos... Un fallido intento de homenaje al cine de terror de clase B.


2/5
NE


Ficha técnica:

Dirección: Nicolás Amelio-Ortiz
Guión: Nicolás Amelio-Ortiz y Tomás Gonzalez Montalvo
Dirección de Arte: Tomás Gonzalez Montalvo
Producción: Pablo Fritzler (PAF Producciones)
Sonido: Facundo Salomón
Mezcla de Sonido: Sebastian A. Maurel Wendt
Música: Ignacio Cruz
Maquillaje y FX: Victoria García
Reparto: Olivia Tykocki, Emilio Martin, Juan Sebastian Alvarez Windey, Celeste Subatin

viernes, 2 de noviembre de 2012

Operación Mendes

[Crítica de Operación Skyfall (2012)]

Por Juan Pablo Pugliese


Sam Mendes le otorga frescura a un James Bond algo maltratado que debe volver a la acción para proteger a su jefa.  

El MI6 ha sido atacado. La lista con los nombres de todos los agentes infiltrados  ha sido robada y James Bond no logra recuperarla. Tras permanecer en las sombras, regresa cuando una bomba destruye los cuarteles centrales del MI6. El agente británico vuelve a ponerse en forma para perseguir al terrorista que sacudió el corazón de la inteligencia británica y amenaza con matar a M.

El elegido para dirigir la película 23 de la franquicia fue Sam Mendes, el mismo que debutó con Belleza Americana (American Beauty, 1999). Siguieron Soldado anónimo (Jarhead, 2005), Camino a la perdición (Road to Perdition, 2002) y Sólo un sueño (Revolutionary Road, 2008). 

A 50 años del estreno de Dr. No. llega Operación Skyfall y cumple con todas las expectativas. Mendes homenajea a la franquicia pero hace aportes que hasta ahora no se conocían. Indagará sobre el pasado de James Bond, ofrecerá un villano formidable y rescatará a Q, el cerebro que construye los gadgets que utiliza el agente. El personaje que compone Ralph Fiennes es otro gran acierto en el que no conviene ahondar demasiado, ya que es una sorpresa que se desvelará hacia el final. 

En una entrevista Mendes aseguró que sin la trilogía de Christopher Nolan sobre el Caballero Oscuro, Operación Skyfall no podría haberse rodado. Según el director, Nolan ha otorgado oscuridad a un personaje que nunca la  había tenido y eso lo llevó a plantear el Bond que vemos en la última entrega. No obstante, asegura que Nolan también ha tomado cosas del universo 007 ya que el personaje de Lucius Fox (Morgan Freeman) es similar al de Q (Ben Wishaw) en esta versión.  

Las escenas de acción son impecables. Tal vez se deba más a Alexander Witt, el director de la segunda unidad, que a Mendes, ya que éste último no tiene ninguna experiencia en ese campo. Estamos frente al segundo James Bond más real de la saga (Sean Connery se queda con el primer lugar). Duro, físico y dueño de un cinismo propio del universo Bond. Mendes es un fanático del personaje creado por Ian Fleming y no lo oculta.

Por otro lado, Judi Dench retoma el papel de M de forma magistral. Pero el que realmente se lleva toda la atención es Javier Bardem. Su composición del temido Silva hace que por momentos James Bond quede en un segundo plano. Su manera de hablar y caminar son resultados de una transformación similar a la que Heath Ledger realizó para la segunda parte de la trilogía de Nolan.

En síntesis, el director hace su aporte sin dejar de agregar los condimentos propios de la franquicia y logra convertir a Operación Skyfall en la mejor película desde que Daniel Craig se puso el traje, se subió al Aston Martin y pidió un Vodka Martini. Agitado y no revuelto. 



5/5
SI


Ficha técnica:

Título Original: Skyfall
Dirección: Sam Mendes
Guión: Neal Purvis, Robert Wade & John Logan
Estreno (Argentina): 1 de Noviembre de 2012
Género: Acción, Thriller.
Origen: Inglaterra
Duración: 143 minutos
Distribuidora: UIP.
Reparto: Daniel Craig, Judi Dench, Javier Bardem, Ralph Fiennes, Naomie Harries, Bérénice Marlohe, Ben Wishaw, Albert Finney.

jueves, 1 de noviembre de 2012

Con gustito dulce*

[(Crítica de Frankenweenie (2012)]


Mal que le pese a muchos, hay que reconocer que la filmografía de un realizador como Tim Burton tiene una mística fascinante, sea cual fuera el tema que toque. Frankenweenie (2012) se presenta limpia, mágica, sin errores, como si la historia nunca hubiera sido contada, tocada o retocada. Una versión de Frankenstein aniñada e inmaculada con homenajes y reminiscencias a otras películas, incluso las propias.

Victor Frankenstein (Charlie Tahan) es un niño un poco científico y bastante gótico que atraviesa una de las peores tragedias por las que puede pasar un chico: la muerte de su mascota. Su relación con su perro Sparky era tan estrecha que en medio de la desesperación decide regresarlo a la vida en su pequeño laboratorio. Mediante los conocimientos en ciencias que adquirió en la escuela, lleva a cabo el experimento con éxito, pero nadie debe enterarse. El problema surge cuando su secreto se descubre y es revelado a sus compañeros.

Fiel al corto del mismo nombre que el propio Burton creó para Disney en 1984, esta nueva lectura del monstruo de Frankenstein es un gran combo: el homenaje a El joven manos de tijera (Edward Scissorhands, 1990); el recuerdo de su tan querido ídolo Vincent Price a través del Dr. Rzykruski en la voz de Martin Landau, actor con quien ya trabajó anteriormente en Ed Wood (1994) y la recreación de su pueblo natal; las clásicas marcas burtonianas. Son visibles además las reminiscencias a películas como El hombre lobo (1935), La Momia (The Mummy, 1932) y el Drácula de 1958 interpretado por Christopher Lee .

De la misma manera que Victor reanima a su perro muerto, Burton revive uno de sus primeros cortometrajes pero esta vez en stop-motion, aunque conservando los colores blanco y negro. Aquella película que en su momento a la gente de Disney le pareció muy oscura, sale de su “ataúd” para reivindicarse a si misma y también a su creador, luego de la ambigüedad de Sombras Tenebrosas (Dark Shadows, 2012).

Con una banda sonora excepcional a cargo de Danny Elfman y personajes de rasgos tétricos, el film combina a la perfección una trama escalofriante con características tiernas y emotivas, el balance justo para que pueda ser visto por buena parte de la audiencia infantil.

Burton, en esta ocasión, no tiene necesidad de recurrir al morbo de la sangre o la muerte física y visible para contar los hechos. Aquí su estética es más simbólica y todo se sabe y entiende, pero lo realmente mágico es poder ver a un creador en estado puro, aun aniñado, que rescata sus orígenes sin intenciones de disgustar a nadie, porque- hay que admitirlo- esta es una producción más bien comercial, alejada de la ya mencionada Ed Wood o de otra como La gran aventura de Pee-wee (Pee-wee's Big Adventure, 1985), pero sigue siendo fiel a su estilo de autor, aquel que sumerge al espectador en los mundos fantásticos de sus “hijos” freaks.

Frankenweenie, otra obra maestra que seguramente no será tomada como tal por el gran público, es una película no dramática que le imprime el humor y a veces la sátira a personajes más que detestables. Un viaje hacia el mundo de lo fantástico y los sueños con final feliz (un rasgo atípico en la filmografía de Burton). Graciosa, tierna y muy impregnada del maravilloso mundo de Disney: la familia unida, la casa segura y las historias que desbordan amor. Quizá por esto haya sido finalmente aceptada por la gran corporación.


4/5
SI


Ficha técnica:

Dirección: Tim Burton
Guión: John August, Tim Burton
Género: Animación
Origen: Estados Unidos
Clasificación: ATP
Distribuidora: Disney
Reparto: Winona Ryder, Catherine O'Hara, Martin Landau, Martin Short, Charlie Tahan, Atticus Shaffer, Robert Capron, Conchata Ferrell


*Crítica escrita para Escribiendocine

Ese toque femenino*

[Crítica de El sexo de las madres (2011)]


Cuando Alejandra Marino se propone retratar cualquier ficción como si fuera un hecho real, lo consigue. El sexo de las madres (2011) se adentra en la historia cruda y dolorosa de dos mujeres abusadas sexualmente y con esto se consagra como una realizadora con todas las letras que trata los temas con una sensibilidad especial.

Cuando Laura (Roxana Blanco) recibe el llamado de Ana (Victoria Carreras) después de años de no verse, la historia de vida de ambas da un giro de 180 grados. Ellas son hermanas del alma que, por distintas circunstancias, ahora se encuentran separadas. El reencuentro traerá alegría pero también complicaciones y se verán obligadas a recordar el traumatizante pasado que tienen en común y se darán a conocer algunos secretos escondidos bajo la alfombra.

En forma de drama psicológico con tintes de thriller, Marino sintetiza en 93 minutos lo que a muchas mujeres les lleva años poder digerir. Toma la temática de la violación de una manera tan conciente que no hizo falta mostrarla explícitamente; con esto, la música que- adrede- casi no se hace presente en la película, se transforma en los sonidos que conforman y construyen un todo armónico.

Lo destacable, además, resulta ser cómo esta dupla que escogió minuciosamente la directora se acopla de forma natural a la historia; dos actrices que son perfectas para el papel que les toca. Cada una con su esencia y naturaleza propias, muy distintas entre sí, pero a la vez tan iguales. Estas son mujeres que recurren al humor para salvarse un poco de las circunstancias que les tocó vivir, como claro ejemplo de que las personas pueden muchas veces recurrir a la risa para refugiarse de lo malo y cobijarse en los buenos recuerdos.

Filmada en Tucumán, este lugar parece el ideal para que Laura y Ana se vayan mostrando en sus desgracias y sus fortalezas. Una trama con fuerte carga emocional y psicológica que tocará el corazón de quien se anime a abrirse a ella. Una película como pocas que, con simpleza, refleja el costado femenino de un suceso traumático, donde Marino le pone el cuerpo y transmite toda su sensibilidad de mujer.

A pesar de ser una cinta delicada y muy cuidada, está llena violencia y emociones contenidas. Es el costado que faltaba, el toque distinto, una mirada y un modo de hacer cine diferente a lo que se venía viendo sobre el tema y distinto también a cómo lo plasmaría un director hombre; de eso no quedan dudas.

Marino hace que todo se entienda a la perfección sin vueltas y sin cabos sueltos. Una película que también muestra el punto de vista de los hijos adolescentes de estas madres (por eso su nombre) y su compleja relación con ellas. Una buena oportunidad para ponerse a pensar.


3/5
SI


Ficha técnica:

Dirección: Alejandra Marino
Guión: Alejandra Marino
Género: Fantasía, Thriller
Origen: Argentina
Duración: 93 minutos
Distribuidora: Aura Films
Reparto: Roxana Blanco, Carolina Rodríguez, Tahiel Arévalo, Juan Carlos Di Lullo, Manina Aguirre, Carolina Jiménez, Victoria Carreras, Candela Matías, Ashley Matheus


*Crítica escrita para EscribiendoCine