martes, 13 de noviembre de 2012

Buscando historias para contar

[Crítica de Amor a Mares (2012)]



¿Qué pasa cuando uno sube a un crucero?, ¿cuántas cosas se experimentan en ese universo paralelo, donde la comodidad y el lujo son todo y donde el anonimato está a la orden del día?. Amor a Mares (2012) de Ezequiel Crupnicoff es una película de esas en las que puede pasar cualquier cosa y donde todo se conecta con todo sin que sus protagonistas sean concientes de ello.

En este contexto aparece Javier Fink (Luciano Castro), un escritor que alguna vez fue exitoso, pero que ahora atraviesa una profunda depresión por amor que ahoga con el alcohol. Necesita concentrarse en su próxima novela pero resulta que no está inspirado. Andrés (Miguel Ángel Rodríguez), su histriónico agente literario, lo embarca en un transatlántico para que cambie de aire y comience a escribir la novela que lo llevará al éxito y a saldar sus deudas monetarias. 

A pesar de ser un galán de telenovelas con un cuerpo tatuado y escultural, Luciano Castro sabe cómo ponerse en la piel de un escritor frustrado. Ni siquiera se le ve un tobillo, se dejó crecer la barba, usa lentes y es tímido; la antítesis de su personaje actual en Sos mi hombre (Canal Trece).

El film comienza de forma dinámica y está lleno de música y color, con atractivas animaciones que ya anticipan lo que se verá en esta historia. Una película que no decae en su ritmo y que es tan vertiginosa que resulta imposible aburrirse. 

Esta es una comedia romántica que parecería inspirada en las alocadas películas norteamericanas de los años ’70, donde todo se conecta con todo, donde el suspenso se convierte en humor y sátira, y donde los personajes tienen diálogos frescos y están inmersos en una maraña de situaciones impredecibles que ellos mismos desconocen.

A pesar de toda frescura, hay cosas que le juegan en contra a Amor a Mares. En  primer lugar, el trabajo con el sonido en la combinación del diálogo con la música en las escenas románticas de Javier y Julieta (Paula Morales): canciones a volúmenes descomunales y conversaciones susurradas. Por otro lado, la banda sonora está presente todo el tiempo, lo que no propicia que el espectador llegue a concentrarse en lo que está viendo y que los silencios justos, propios y necesarios en determinadas situaciones no existan, hecho que les resta realismo.

Por todo lo demás, el relato transcurre fluidamente con sus momentos de tranquilidad y sus instantes descontracturantes, sumado a la cuota de humor que llevan en la sangre Gabriel “El Puma” Goity y Miguel Ángel Rodríguez, que se “roban” la película.

Una comedia con sorpresas que deja algunos cabos sueltos en el relato, pero con buen ritmo, actuaciones convincentes y, como reza su slogan, “una historia encubierta” que se resuelve bien. Una película para distraerse y pasarla bien. 


3/5
SI


Ficha técnica:

Dirección: Ezequiel Crupnicoff
Guión: Nicolás Lidijover
Estreno (Argentina): 15 Noviembre 2012
Género: Comedia
Origen: Argentina
Distribuidora: Primer Plano
Reparto: Luciano Castro, Paula Morales, Gabriel Goity, Miguel Ángel Rodriguez, Pompeyo Audivert, Nacho Gadano, Luisa Kuliok, Germán Krauss, Agustina Córdova
Web:  http://www.amoramares.com/

Nota al director

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