sábado, 3 de noviembre de 2012

Juguemos en el bosque...

[Crítica de El bosque de los sometidos (2012)]



Por su afiche y la enorme prensa que tuvo, se esperaba más de El bosque de los sometidos, la ópera prima de Nicolás Amelio Ortiz. 

Yendo por partes, en el póster (disponible en internet desde hace un tiempo) se puede entrever en la oscuridad una criatura humanoide, pálida y con los ojos blancos, como si fuera un no vidente. Interesante puesta y diseño para una buena película de terror y suspenso.

Pasando a la gran promoción que tuvo el film, también se podía poner buena parte de nuestras expectativas en encontrarnos con algo realmente magnífico. El bosque de los sometidos se proyectó en diferentes espacios culturales y festivales de la ciudad trazando un interesante itinerario en los barrios porteños hasta llegar a competir oficialmente en el 13 Buenos Aires Rojos Sangre (BARS), famoso certamen de cine de terror, fantástico y bizarro que acaba de finalizar.

Con esto la película ya se perfiló desde el comienzo para estar en la cima de las producciones argentinas de horror y consagrarse como una rareza nacional del cine independiente que se ganó su buen público.

Todo se desvanece cuando pasa a la pantalla grande y ante nuestros ojos desfilan las malas y forzadas actuaciones, la falta de suspenso, el uso indiscriminado del zoom (un recurso casi prohibido para muchos de los grandes realizadores) y el pésimo trabajo con el audio hablado, que intenta erróneamente empatarse con la imagen y no lo consigue.

La trama hace un merecido honor al cine de terror de clase B de los años '70. Un grupo de jóvenes se dirige en su furgón a una carrera de automóviles en las afueras de la ciudad. Son cuatro, como no podía ser de otra manera, una pareja estable y dos que apenas se conocen y que parecería que van a tener algo en cualquier momento. Recorren la ruta día y noche filmando todo con su cámara casera y parando en diferentes puntos para comer y dormir. En el transcurso de la película nos topamos con las visiones de Claudia (Olivia Tykocki) que no se sabe nunca de dónde salen. Hasta ahí todo es pasable y hasta se le perdonan las malas actuaciones.

Luego, cuando llegan a las misteriosas ruinas de un castillo abandonado todo se pone mejor. Los hechos va transcurriendo lentamente aunque parece divertido al principio. No vale la pena spoilear nada pero estos jóvenes se las verán negras en una suerte de nueva versión de Hostel (2005), luego de una hora y media de cinta sin que pase absolutamente nada.

Y refiriéndonos a otras películas, esta también tiene reminiscencias a Proyecto Blairwitch (The Blair Witch Project, 1999) o (como sostuvo un presente en la sala) La masacre de Texas (The Texas Chain Saw Massacre, 1974), declaración que retumbó en mis oídos como un disparate. 

Lo meritorio de este film es el trabajo de maquillaje y caracterización de las criaturas, la puesta en escena en exteriores con luces de colores que parpadeaban y le otorgaban misterio a los ambientes nocturnos, el ir a contraposición de todas las producciones de terror de clase B en las que la más linda muere primero y una trama atractiva con final abierto. Esto último era un buen comienzo para explotar la historia y llevar al extremo sus potencialidades; para desarrollar más los personajes y elaborar mejor los diálogos, que son acartonados y poco creíbles.

Una historia que empieza bien y promete pero luego decae y como resultado vemos una increíble  locación como es un castillo en el medio de la nada en Chascomús, que no se aprovechó de la mejor manera, con escenas faltas de elementos que hubieran funcionado bien y más pasto, pasto y pasto que otra cosa.

En resumen, la película nos deja con gusto a poco, con sensación de vacío, nos deja intoxicados de zoom e insectos, con las ansias de conocer más y las ganas de lo que podría haber sido y no fue. El bosque de los sometidos... Un fallido intento de homenaje al cine de terror de clase B.


2/5
NE


Ficha técnica:

Dirección: Nicolás Amelio-Ortiz
Guión: Nicolás Amelio-Ortiz y Tomás Gonzalez Montalvo
Dirección de Arte: Tomás Gonzalez Montalvo
Producción: Pablo Fritzler (PAF Producciones)
Sonido: Facundo Salomón
Mezcla de Sonido: Sebastian A. Maurel Wendt
Música: Ignacio Cruz
Maquillaje y FX: Victoria García
Reparto: Olivia Tykocki, Emilio Martin, Juan Sebastian Alvarez Windey, Celeste Subatin

2 comentarios:

reptilio dijo...

a caray esta no la conocia, pero al parecer lo mejor es el poster y eso me re molesta

Anxie dijo...

Hola Reptilio. Creo que no sos de Argentina. Es una película nacional que la verdad, podría haber sido mejor. Una lástima realmente porque con tremenda trama podrían haber hecho algo mucho mejor.

Muchas gracias por tu comentario.


Saludos!