miércoles, 11 de septiembre de 2013

Dejarse sorprender

[Reseña de El Increíble Burt Wonderstone (2013)]


Por Juan Pablo Pugliese



En El Increíble Burt Wonderstone (The Incredible Burt Wonderstone, 2013) de Don Scardino un elenco de lujo se pone al servicio de una historia poco original pero que, a fuerza de excelentes actuaciones, sale adelante y se erige como una entretenida película que retoma la magia como espectáculo de masas.

Burt Wonderstone (Steve Carell) y Anton Marvelton (Steve Buscemi) han sido amigos desde los once años y se han convertido en los mejores magos de Las Vegas. Su espectáculo convocaba a cientos de fanáticos hasta que Steve Gray (Jim Carrey), un nuevo tipo de mago, irrumpe en escena y pone en jaque a estos dos veteranos. Su popularidad empieza a mermar de forma considerable y sus miserias salen a la luz: Burt y Anton no se llevan tan bien en la vida como en las tablas y sólo coinciden en los shows. Si quieren recuperar al público deberán unir fuerzas y preparar un espectáculo nunca visto.

Lo atarctivo de El increíble Burt Wonderstone es la oposición que se plantea: lo novedoso vs. lo anticuado. En una época donde la gente ya no se asombra por ver salir una paloma de una galera, se busca maravillar apelando al morbo y a lo asqueroso. De esta manera surge el ilusionista que compone Jim Carrey. Su Steve Gray es una versión mas freak de Criss Angel. Sólo basta ver un par de escenas de su show que se llama "Violador de cerebros" para darnos cuenta de que el público ha mutado y necesita otras distracciones.

O no tanto. Cuando Burt y Anton se separan, el primero deberá retomar el amor por la magia y encontrar una vuelta de tuerca algo disparatada para ganar un lugar en el nuevo hotel que está por abrir su antiguo jefe interpretado por el gran James Gandolfini. Con la ayuda de una asistente (Olivia Wilde) que sueña con ser una gran maga y de su ídolo de la infancia, el maravilloso Rance Holloway (Alan Arkin), Burt y Anton prepararán un gran acto que dejará boquiabierto a más de uno.

El acto final es tan absurdo y surreal que termina por caer simpático y el resultado es una película entretenida que encuentra su punto más alto en las escenas que tienen a Steve Carell y Steve Buscemi como protagonistas absolutos. La secuencia del reencuentro entre estos dos viejos amigos es la mejor del film y demuestra que Buscemi es demasiado talentoso para quedar relegado a un papel secundario.

Por otro lado, Alan Arkin tiene reservado el papel de anciano moribundo. Desde Little Miss Sunshine (2006), pasando por Tres Tipos Duros (Stand Up Guys, 2012), este gran interprete se está encasillando en un rol acorde a su edad. Pero lejos de volverse repetitivo, se reinventa en cada actuación y logra diferentes enfoques ante la inminencia de la muerte.

Asimismo, Jim Carrey luce todo su histrionismo y compone a un ilusionista que apela directamente a la impresión como fuente de sus presentaciones callejeras. Pasar toda una noche en una cama de fuego o agujerearse la cabeza con un taladro forman parte de un repertorio que cautivará a los más grandes pero dejará afuera a los más pequeños.

El Increíble Burt Wonderstone propone lo mismo que un truco de magia. A primera vista parece una película simple pero luego de verla quedaremos gratamente sorprendidos.


SI
3/5


Ficha técnica:

Título original: The Incredible Burt Wonderstone
Dirección: Don Scardino
Guión: Jonathan M. Goldstein & John Francis Daley
Género: Comedia
País de origen: Estados Unidos
Año: 2013

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