viernes, 2 de mayo de 2014

Las mejores escenas de sexo sin sexo

Por Anxie Brennan


La web española de cine FOTOGRAMAS publicó un ingenioso artículo que rescata las 50 mejores escenas de sexo sin sexo. Y ustedes se preguntarán… ¿cómo es eso?. Bueno, dicho artículo se propone no recalcar la sexualidad, sino la sensualidad en el cine en sus escenas más emblemáticas (porque seguramente la mayoría de estas quedaron en nuestra memoria).

Y, mediante la magia del séptimo arte, la dirección actoral y el guión, se supo muy bien cómo cargarlas de pura sensualidad… son esas clásicas en las que uno se queda con ganas de que pase algo más. 

Yo elegí las que más recuerdo y las que más me movilizaron; hasta recuerdo haber saltado de la silla en alguna que otra para decir “pero daaaaale". Pero de qué sirve el cine si no nos provoca este tipo de emociones y si no juega un poco con nuestros sentidos. Aquí van sólo algunas:

Belleza Americana (Sam Mendes, 1999)
Obligado a asistir a la actuación como porrista de su hija, el cuarentón amargado Lester Burnham (Kevin Spacey) fija su mirada en Angela Hayes (Mena Suvari), una rubia explosiva que parece que sólo baila para él. La imagen de Suvari rodeada de pétalos de rosa ilustra todo lo que le pasa por la cabeza a este señor mientras imagina a Angela girando desenfrenadamente para goce exclusivo de su perturbada personalidad. Ella se encuentra recostada boca arriba totalmente desnuda mirándolo fijamente; más el rojo furioso de los pétalos también cayéndole encima. Una imagen hasta el día de hoy muy estigmatizada. 

Batman vuelve (Tim Burton, 1992)
Tal y como si fuera un preámbulo erótico, Batman (Michael Keaton) y Gatúbela (Michelle Pfeiffer) se pelean en medio de la noche por los tejados de Ciudad Gótica. Ambos van vestidos con trajes de cuero negro. Se trata del escenario ideal para que se pueda dar un romance. Gatúbela lanza al suelo a Batman y por unos instantes se baraja la posibilidad de que ésta termine la noche en la cama del héroe. Es entonces cuando ella lanza un largo lenguetazo desde la barbilla hasta la nariz de Batman, marcando así su territorio.

Grease (1978) 
Quién nos iba a decir que bajo esa ropa de color pastel y con bolados se escondía un cuerpazo diseñado para pecar. Danny (John Travolta) queda totalmente trastocado luego de ver el nuevo look de Sandy (Olivia Newton-John). Después de esto, Danny sólo puede abrir sus ojos y decir una sola palabra con entusiasmo como bienvenida a la inicialmente virginal señorita Olson ahora enfundada en un impresionante conjunto de cuero negro. Ya he escrito sobre las bondades de esta película en algún momento.

Toy Story 2 (John Lasseter, 1999) - Si, como leen. Hasta los films infantiles tienen alguna escena o condimento erótico. 
Woody y Betty son una pareja afianzada y están enamorados. En esta escena, mientras Woody está preocupado porque no encuentra su sombrero, Betty está bastante excitada y usa sus armas de granjera para acercarse al vaquero. A Woody le da reparos besarse delante de las ovejas, pero a Betty eso le da igual. REX irrumpe en escena y deja a la granjera con ganas de más.

Pulp Fiction (Quentin Tarantino, 1994)
A Vincent Vega (John Travolta) se le encarga la tarea de ejercer de acompañante de la esposa de su jefe gángster. En un primer momento ambos se muestran bastante reticentes a llevarse bien, aunque el curso de la noche hace que las cosas vayan mejorando poco a poco, sobretodo cuando los dos se lanzan a la pista para bailar un twist. Ellos actúan como si el otro fuera un espejo, imitando sus movimientos, sin apartar la mirada el uno del otro en ningún instante. Se trata de un estudio sobre el deseo contenido que no podría realizarse de mejor manera. Tarantino se dio cuenta de que los momentos de contenido más erótico también pueden ser los más divertidos.

El silencio de los inocentes (Johathan Demme, 1991).
Uno puede cansarse de ver que el género de terror puede dar lugar a momentos sumamente sensuales, aunque sean representados de una forma más perversa. 
"Más cerca por favor... acéeercateee...", murmura Hannibal Lecter (Anthony Hopkins) a su invitada. Se trata de la cita más inquietante de la historia del cine: un macabro e imposible ritual de apareamiento. Una reunión, una charla entre Clarice Starling (Jodie Foster), una joven agente del FBI con Hannibal (en prisión hace varios años) para que éste la ayude a dilucidar la personalidad macabra de un asesino muy parecido a él. Vean esta escena y se van a dar cuenta de porqué está en esta lista. 

Alien, el octavo pasajero (Ridley Scott, 1979)
El destape más caliente del cine de ciencia ficción es el de Sigourney Weaver como la Teniente Ripley, que se queda en paños menores en el intento de lanzar al espacio al alien maleante y deshacerse de él de una vez por todas. Se trata de un recurso muy usado en el cine clase B para dejar a la heroína bien ligera de ropa.

Chocolate (Lasse Hallström, 2000)
El chocolate encanta y un actor como Johnny Depp también. Quién no ha combinado alguna vez la cocina o la comida (en este caso lo dulce) con lo sensual o el sexo. Esta película no tiene una escena sino miles de momentos en los que los fanáticos del chocolate se sentirán muy identificados. Eso sí, es mejor acompañar la película con algo dulce para calmar el apetito.

Flashdance (Adrian Lyne, 1983)
La soldadora y bailarina exótica Alex (Jennifer Beals) se encuentra sola en su enorme loft, y decide entrenar duramente y transpirar como un caballo de carreras al son del 'Maniac' de Michael Sembello. Como dijimos, ella también baila en un bar: la famosa escena en la que la vemos a contraluz sentarse en una silla y luego caérsele agua desde arriba. Es espectacular.

Gladiador (Ridley Scott, 2000). - Muchos consideran sensuales algunas escenas de esta película. 
Tras derrotar a un puñado de gladiadores en la arena, Máximo (Russell Crowe) se gira solemnemente hacia el respetable emperador para dirigir unas palabras cargadas de significado: "¿Es que acaso no los estoy divirtiendo?". Los caballeros asienten al tiempo que sus esposas suspiran disimuladamente por el apuesto gladiador, que si lo trasladamos a la modernidad y a nuestra realidad, vendría a ser como una fantasía con el disfraz y el hombre bien rudo y fuerte que pelea y siempre gana; como una cátedra de macho.

No mencioné escenas como cuando Jack (Leonardo DiCaprio) dibuja a Rose (Kate Winslet) totalmente desnuda en Titanic (James Cameron, 1997) o la cantidad de tomas casi sexuales de Streptease (Andrew Bergman,1996). Por supuesto, dentro de la lista no puede faltar Mentiras arriesgadas (James Cameron, 1994) donde Jamie Lee Curtis se ve envuelta en un lío impresionante en el que, sin comerla ni beberla, se encuentra en un hotel en el que realizará un streptease para su marido. 

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