jueves, 6 de diciembre de 2012

El amor es ciego… y la locura lo acompaña

[Crítica de El décimo infierno (2012)]



La ópera prima del escritor Mempo Giardinelli, dirigida junto al colombiano Juan Pablo Méndez Restrepo, es un verdadero ensayo sobre la locura de una pareja clandestina, donde Patricio Contreras y Aymará Rovera son los dueños y señores de la película en su totalidad, y tiene tanto suspenso y vorágine que provoca una inquietud constante en el espectador.  

Alfredo (Patricio Contreras) es amigo y socio de Antonio (Atilio Clavo Fanti) en una inmobiliaria. Además es el amante de Griselda (Aymará Rovera), la esposa de su compañero, con quien mantiene una relación por demás carnal, pasional y enferma. Lo perverso continúa cuando Alfredo le pregunta a su pareja si debe asesinar a su marido. Lo curioso comienza cuando ella repregunta cómo lo harían. A partir de allí, las cosas tomarán un curso que sumirá a sus personajes en una profunda oscuridad. 

El décimo infierno (2011) deposita toda la carga emocional y dramática en Alfredo, que sin dudas es quien lleva las riendas y toma las decisiones a lo largo de la trama. Hay una audacia evidente en Patricio Contreras a la hora de encarar su papel y de poner su voz en off, lo que le brinda fuerza y efecto al relato. 

Al igual que en su novela homónima, Giardinelli junto a Méndez Restrepo construye una excelente tesis sobre la locura en las personas y sus consecuencias, y le van dando forma a estos personajes tan iguales pero a la vez tan distintos y escalofriantemente reales, que comparten y conviven en una atmósfera densa, donde la muerte parece estar presente siempre. 

Desde la escena inicial, esa puesta inusual de un plano general que dura por lo menos cinco minutos y que muestra varias acciones a la vez, los directores deciden dejarle en claro al espectador que en esta película puede pasar cualquier cosa, pasando por la  perversión, la demencia y los peores sentimientos que puede tener un ser humano. 

Rodada íntegramente en los escenarios naturales del Chaco y Corrientes, este thriller acompaña el itinerario y las andanzas de la pareja al mejor estilo road movie, y probablemente tenga reminiscencias a varios films sobre asesinatos en serie y crímenes pasionales. Se podría decir que es una buena mezcla de géneros. 

Lo más interesante es que la película no es siempre igual. Va mutando y cambiando en equilibrio con sus dementes protagonistas. Y como su nombre lo indica, seguramente los realizadoresquisieron dotar a la cinta de las remembranzas del Infierno de la Divina Comedia, en la que Dante Alighieri hacía referencia a nueve círculos de castigo. El de la película en cuestión, el décimo, parece inventado para significar el peor de los pecados y castigos, donde todo desemboca en el no retorno como el inevitable destino de sus protagonistas. 

Un argumento rico en su estructura, con diálogos inteligentes y escalofriantes, y con actuaciones excelentes. Un thriller oscuro, pasional y psicológico, muy bien filmado y con un buen trabajo de montaje. Disfrutable y a la vez inquietante. Una película que hiela la sangre. 


4/5
SI


Ficha técnica:

Dirección: Mempo Giardinelli, Juan Pablo Méndez Restrepo
Guión: Mempo Giardinelli
Estreno (Argentina): 6 Diciembre 2012
Género: Drama, Thriller
Origen: Argentina
Duración: 83 minutos
Clasificación: AM16
Distribuidora: Aura Films
Reparto: Patricio Contreras, Aymará Rovera, Guillermo Somogiy, Atilio Clavo Fanti, Rubén Leyes, María Teresa Novelli, Lilia Fanti, Vanesa Cáceres

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